Alrededor del año 1896, llegó a este barrio, desde Italia, una familia formada por Don Ángel Viscardi y Doña Raquel Agazzi, con sus seis hijos.
En ese entonces el barrio se llamaba Miguelete. La zona estaba bastante despoblada y no había escuelas.
Entonces se reunieron varias familias de vecinos para tratar de resolver esta situación.
Una Comisión de Enseñanza Católica se interesó en colaborar y se comenzó a dar clases en un salón de la casa de una de las familias del lugar.
Años después, Don Ángel donó una parte de su terreno para construir un edificio propio para el colegio. Los vecinos colaboraron transportando material en sus carros, trabajando los domingos.
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